El único atajo es saber que no hay atajo.
No hay presa más fácil para el "vende-humo" que algún desesperado/a por cambiar.
En el mundo, o más claramente, en el mercado del crecimiento personal/espiritual son muchos los que se aprovechan de la ignorancia y el afán de aquellos que pretenden "cambiar su realidad" o su persona.
Es tentador creer en recetas, trucos y atajos para "manifestar" de la noche a la mañana la vida de tus sueños y querer evitar o ahorrarse el tiempo, el esfuerzo y la complejidad intrínseca a un proceso de autoconocimiento y expresión del ser.
La realidad es que entre mas rápido o fácil quieras terminar, mas lejos estás siquiera de empezar. Como bien lo dijo el gran Sivananda:
"El único atajo es saber que no hay atajos"
Empezar por el principio significa saber y aceptar de una vez por todas, que el camino es largo, por no decir eterno, y que se van a presentar dificultades que van exigir lo mejor de ti mismo, que nadie te va a salvar y que nadie mas que tu lo puede y debe hacer por ti.
Estás dificultas que tienen y tendrán miles de formas, pero usualmente se puede organizar en tres categorías:
Ideas preconcebidas, expectativas: Nada va a ser como te lo imaginas, prepárate para que todo pueda pasar y para lidiar con desilusiones una tras otra.
Presión Social: Las obligaciones "mundanas", la opinión, presencia o ausencia de familiares y amigos
Falta de disciplina: Es un trabajo de todos los dias. Todos.
Si quieres entender con mayor detalle cada uno e estos tres, te invitamos a ver la charla completa a continuación:
Clave para descubrir cuál es tu obstáculo, cuál es tu dragón.
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